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¿Cómo se elabora «Sabor ABrandy»?

¿Cómo se elabora «Sabor ABrandy»?
La elaboración del brandy de vino es un proceso que combina la tradición y buen hacer, con la precisión técnica. Este licor, utilizado comúnmente para su degustación, también tiene la capacidad de aplicarse en cocina para potenciar el sabor y aroma de los platos. Seis pasos describen este proceso de elaboración:

1. Recepción del vino: El vino seleccionado, elaborado en las bodegas, es recepcionado en la Alcoholera para su posterior destilación. 2. Destilación: Se realiza en alambiques o torres de destilación, donde se calienta el vino y el vapor resultante se condensa nuevamente en líquido. Durante este proceso, se separan los componentes no deseados, obteniendo aguardiente. 3. Envejecimiento: El aguardiente resultante puede envejecerse durante al menos un año, como es el caso de Abrandy, en barricas de roble que ya han contenido durante un tiempo considerable otros vinos de la DO. Durante este período de envejecimiento, el licor adquiere características complejas adicionales a través de la interacción con la madera. El envejecimiento también contribuye a suavizar el sabor del brandy. 4. Mezcla y dilución: Después del envejecimiento, los diferentes lotes de brandy se mezclan para lograr un perfil de sabor consistente y equilibrado. 5. Embotellado: El producto final se embotella, se etiqueta y se sella para su comercialización. 6. Uso en la cocina: El brandy de vino para cocinar se utiliza para potenciar los sabores en una variedad de platos. Su versatilidad permite realzar guisos, salsas, postres y otras preparaciones culinarias. También se utiliza para flambeados, donde se prende fuego al brandy para crear un efecto espectacular y caramelizar los alimentos.

Es importante destacar que el proceso de elaboración puede variar según la región y la marca. En este caso, Abrandy tiene su origen en las viñas de Rioja, y el resultado es un licor aromático que presenta una tonalidad ámbar oscuro con matices rojizos, que le aportan una apariencia acaramelada.

En la fase olfativa se muestra intenso y penetrante con recuerdos a piña, plátano maduro, almendra tostada y un toque sutil de pimientas.

En boca, es fresco con una ligera nota picante. Deja un postgusto a cacao, almendra tostada y fruta con hueso, como el albaricoque. El recuerdo final es seco, dejando una impresión duradera que invita a disfrutar cada matiz en su complejidad.

Todo ello aportará un sabor personal a los platos que con Abrandy se cocinen.
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