Posteriormente, les hemos mostramos nuestras instalaciones en plena actividad, donde las máquinas trabajan a toda marcha transformando las orujas y lías de las uvas que recogemos en nuestros silos, muchas de las cuales provienen de Ribera del Duero. También hemos catado nuestra gama de licores 1934, enriqueciendo la experiencia con la compañía de los enólogos cuya visión técnica de la cata se equilibra con nuestra visión más emocional.
Luego, nos hemos traladado a la bodega familiar Pago de Larrea, en Elciego, donde nos han recibido con una exquisita comida típica de la región: pochas con sacramentos y bacalao a la riojana, maridados a la perfección con una selección de vinos Caecus.
Ha sido un honor acompañar a este grupo de enólogos, y esperamos poder devolverles pronto la visita. ¡Gracias por compartir esta experiencia con nosotros!